No estamos exentos de fallar y en todo momento corremos el riesgo de desviarnos de la verdad ya sea por factores externos o internos. Frente a esta realidad Santiago nos hace un llamado a sustentarnos, a ayudarnos, como una responsabilidad, derivada de nuestra fe, es nuestro deber exhortar a otros y darles la mano cuando vemos que se han equivocado y van por un mal camino respecto a su fe y a la vez nos plantea en galardón que se desprende de esta acción de ayuda para todos los actores de la situación...

Vemos como al final de la carta el apóstol Santiago vuelve a hacer énfasis en la oración, No nos brinda una lista de pasos, sino que nos describe las características de como se debe orientar y vivir la oración, frente a la seguridad que nos brinda el Señor...

En la época actual, se a forjado el concepto de que el infierno es algo de tiempo presente y esta reflejado en el aquí y el ahora, sin embargo, el mensaje de la Biblia es totalmente contrario a este pensamiento, incluso para muchos creyentes se ha perdido la perspectiva de la esperanza de la segunda venida de Cristo en su Gloria y la realidad de el Juicio de Dios. Ante esta realidad, Santiago nos recuerda, la esperanza de la segunda venida de Cristo, la cual debemos aguardar con paciencia y perseverancia y la ejecución del Juicio de Dios, lo que revela la realidad de un infierno eterno y afirma ante esto la necesidad de Cristo y la esperanza y seguridad que nos brinda...

Santiago nos exhorta a cuidarnos del excesivo amor a las riquezas, lo que nos hace eventualmente, desviarnos de la voluntad de Dios y actuar de manera indebida frente a nuestro prójimo, en diversos aspectos de la vida...